A pesar de que llevo trabajando muchos años en el tema del autoconocimiento y motivación debido a mi carrera como coach, sentía que algo en mi vida me estaba deteniendo y no me permitía avanzar. Creo que todos pasamos por esta etapa en algún momento, y a pesar de constantes repeticiones mentales que me hacia a mí misma sobre lo capaz que podría ser, sentía que no completaba esa parte del rompecabezas que me pudiera impulsar a dar el cambio que mi vida necesitaba.
Así me sentía hasta el día que fui a un seminario gratuito de JTFOXX, considerado por varios medios norteamericanos como el #1 Wealth Coach, el cual conduce eventos gratuitos y pagados para dar coaching ejecutivo a emprendedores, inversionistas y personas que quieran ser exitosos en su profesión recorriendo de esta manera más de 22 países alrededor del mundo.
Debo confesar que llegué al seminario con mucha desconfianza e incredulidad, mi mente me decía que era un evento más donde intentan venderte productos arriba de las 3 cifras, pero, por otra parte, mi corazón y mi intuición me invitaba a dar una nueva oportunidad a este tipo de experiencias.
Allí tuvimos 2 horas de introducción por otro conferencista, quien nos estaba preparando para recibir a FOXX reiterandonos en repetidas ocasiones ser “Coachable” y “Humilde para recibir críticas”. Cuando llegó el momento. JTFOXX entraba en el escenario sin aplausos de recibimiento y con una cara de enfado porque momentos antes tuvieron problemas de conexión del Data que le impidieron hacer su ingreso. Este hombre no podía disimular el enfado que llevaba con su equipo, y despidió a su conferencista diciéndole: “No tolero la ineficiencia de la gente”.
Lo primero que se me vino a la mente en ese momento fue, “este hombre no puede ser un buen coach”. Los coaches son pacientes y actúan con positividad frente a los errores de los demás. 1 punto menos a su favor, pensé.
Sin duda alguna, la parte más explosiva fue cuando invitó a 3 personas al escenario con 3 necesidades de reinvención diferente.
“Las excusas nunca han construido imperios”
El primero, era estudiante de Máster de una prestigiosa escuela de negocios en Madrid. Tenía un negocio digital que no le estaba dando resultados, y atribuía su fracaso a que no recibió la información adecuada, a pesar de haber invertido una cuantiosa cantidad de dinero por su aprendizaje. Según él, 50 % de los que le pasaba se lo debía a sus decisiones y el otro 50% al entorno, y que las oportunidades no llegaron a él en el momento ni lugar correcto. La intervención comienza de la siguiente manera:
-¿Quién tiene la responsabilidad de tu éxito? – pregunta FOXX
– A las oportunidades que se me presenten en el camino. – dijo el joven
– “That’s bulsh*t” (eso es una m*erda), – exclamó fuertemente JTFOXX- te has acostumbrado a buscar excusas cuando las cosas no te salen como esperas, así que si quieres que las cosas funcionen de verdad…¡empieza haciéndote cargo del 100% de tu éxito!
Estas palabras tan demoledoras, hizo que el joven empezara a titubear y bloquear automáticamente su discurso, ya no sabia que decir, lo había desarmado en la justificación que se había montado en la cabeza.
“Si te rindes en el intento es que nunca lo quisiste de verdad”
La segunda, era una señora de 40 años que tenía un dilema profesional sobre si seguir con su carrera como contable o dedicarse completamente al coaching. Cuando FOXX le preguntó sobre lo que había hecho hasta ahora, ella afirmó que estaba aprendiendo más sobre habilidades sociales porque sentía que debía prepararse más. Así comienza su intervención:
-¿Cuándo te sentirás lo suficientemente preparada? – pregunta FOXX
La señora hace un profundo suspiro y respondió “No lo se”
– Sabes que nunca será el momento adecuado ¿verdad? – cuestiona FOOX- Así que deja de darte excusas para justificar tu procrastinación y empieza a coger el teléfono para llamar a tus clientes.
Todo el auditorio se quedó en silencio, inclusive la señora y pasó el micrófono a la última participante.
“Impúlsate porque nadie lo hará por ti”
Esta tercera persona era una joven emprendedora de 23 años, de nacionalidad canadiense, dedicada a Copywriting, que casualmente fue con la señora que la contrató para cuidar a sus hijos ya que también trabajaba de niñera. La charla comienza de la siguiente manera:
-¿Por qué vino al evento? – pregunto FOXX.
– Necesito saber una forma de hacer funcionar mis servicios – contesta ella.
-¿Cuánto ganas?- pregunta FOXX.
– 10 euros a la semana- responde ella.
– “That`s bullsh*t” – dijo FOXX – sabes bien que en Canadá podrías ganar mucho más de lo que ganas aquí esforzándote menos ¿por qué decidiste venir?
– …. vine a buscar mejores oportunidades – le contesta la joven titubeando
A lo que FOXX responde enérgicamente:
– Tú llegaste a España escapando de casa de tus padres, para poder vivir una vida con más libertades y menos control. Venimos del mismo lugar, nos conocemos, este evento es para gente que quiere hacer negocios y tú has venido a jugar un rato y ver qué pasa. Si realmente quieres hacer las cosas bien, agarra tus maletas, regresa a casa de tus padres y demuéstrale a ti y al mundo que eres lo suficientemente madura para tomar decisiones estratégicas.
Ante esta respuesta que más allá de una aseveración parecía una cachetada en la cara, todo el mundo empezó a aplaudir como si se tratase del final de una orquesta.
Los 3 autoengaños… y cómo revertirlos
Esta situación evidentemente incómoda para los que estaban al frente, rebotó sobre todos los participantes que lo resumí en tres grandes autoengaños en la que cotidianamente solemos caer:
1.- El autoengaño de la “La negación”, que implica un RECHAZO a aceptar las cosas tal y como son, y suele ser una de las primeras respuestas ante una pérdida o cambio importante. Sería como una escapatoria momentánea antes de enfrentarse a la realidad. Sin embargo, si se mantiene en el tiempo de manera rígida puede generar dificultades, tales como no tomar una actitud responsable ante decisiones importantes en tu vida, y trasladar toda la responsabilidad al Otro.
2.- El autoengaño de buscar el “Momento Perfecto”. Esta afirmación nos aleja de la completa obligación moral que tenemos par empezar a actuar cuando nuestro corazón nos pide hacerlo ¡ya! Como consecuencia, llegamos a PROCRASTINAR todo justificando que no tenemos la preparación suficiente o el tiempo suficiente o las condiciones adecuadas para hacerlo. Y en realidad nunca lo habrá, entonces ¿qué eliges?
3. El autoengaño de “La Selección” de cosas/situaciones que nos conviene creer. Una persona sabe que tiene que realizar algo, pero se convence a sí misma que no es relevante solo por el placer que le causa quedarse en su zona de confort. Alguien reconoce que tiene un problema y se autoengaña pensando que el tiempo lo solucionará o el destino hará lo suyo.
“Si quieres saber la razón de tu fracaso: date la vuelta y explora tus propias acciones”
Estos fueron para mis las tres revelaciones que más impactaron en mi ser, descubrí todas las historias que había construido en mi cabeza solo por el hecho de no afrontar el tomar las riendas de un nuevo desafío, por fin, sentía que había encontrado esa pieza que me faltaba para completar mi rompecabezas y con los días empecé a verlo de manera panorámica, dejé de darme auto-compasión conmigo misma, dejé de justificarse el por qué no estaba accionando y empecé a visualizar mis problemas como una ventaja, las convertí en objetivos a trabajar.
Es verdad que quizás no hubiera hecho consciencia de aquello si no lo hubiera visto desde el otro lado del escenario, como un espejo reflejado en mi. A nadie le gusta que le digan sus puntos flacos en público y mucho menos recibirlo de un desconocido, pero creo firmemente que necesitamos alguna vez en la vida unas palabras retadoras que nos diga: “That’s bullsh*it! ¡you can do it better!
Me gusto mucho